jueves, 17 de septiembre de 2009

NEOLIBERALISMO Y FÚTBOL... DEL FÚTBOL ASOCIATIVO AL FÚTBOL MERCANCIA: EL CONSORCIO FUTBOLERO S.A.


PATROCINADO POR FERROTICO INTERNACIONAL... FORJANDO CALIDAD.

ESTE ES LA PÁGINA OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DEPORTIVA SAGRADA FAMILIA, QUE ES UNA ASOCIACIÓN INSCRITA EN EL REGISTRO NACIONAL CON CÉDULA JURÍDICA.



LA A.D. SAGRADA FAMILIA ES UNA ASOCIACIÓN DEPORTIVA SIN FINES DE LUCRO CUYA ACTIVIDAD PRINCIPAL ES LA PRACTICA DEL DEPORTE DE ALTO RENDIMIENTO.




PATROCINADO POR FERROTICO INTERNACIONAL. FORJANDO CALIDAD. FORJADOS DE HIERRO . CALIDAD PARA SIEMPRE. ESTAMOS EN LA URUCA 150 AL OESTE DE LA ANTIGUA LADRILLERA EN LA URUCA.


DEL COLUNNISTA INVITADO

NEOLIBERALISMO Y FÚTBOL... DEL FÚTBOL ASOCIATIVO AL FÚTBOL MERCANCIA: EL CONSORCIO FUTBOLERO S.A.


LUIS ROBERTO ZELEDÓN ARIAS


A un estimable amigo le debo el título de este artículo, quien, en una amena charla de café en San Pedro de Montes de Oca, acuñó la frase que sirve de título a la presente reflexión. Consorcio futbolero S.A

En el año 1999, tuve la oportunidad de participar en el curso “Programa Educativo Futuro II”, organizado por la Federación Internacional de Fútbol Asociado FIFA; el mismo se desarrolla cada cuatro años en cada uno de sus países miembros de esta Federación y como antesala a los campeonatos mundiales. La mecánica se dividía en cuatro secciones: médica, arbitral, técnica y administrativa deportiva. Participé en Administración Deportiva. En esa oportunidad nos acompañó como director del curso Harold Mine Nicholson, un joven miembro del staff de FIFA, ex jugador y Gerente de la Universidad Católica de Chile y hombre de confianza de la FIFA.

Durante esa época en nuestro país, estaba en boca de todos la Ley 7800, Ley de creación del ICODER, antigua Dirección de Deportes, la que permitía la transformación de Asociaciones Deportivas sin fines de lucro, en Sociedades Anónimas Deportivas.

Esta Ley nos inquietaba a algunos del entorno del fútbol en ese entonces y propició la participación en programas radiales y entrevistas, unos a favor y otros en contra, en donde se discutió sobre tema. Su principal impulsador en la Asamblea Legislativa fue Don Gonzalo Fajardo, ex director de la Liga Deportiva Alajuelense. Fue como la globalización neoliberal en fútbol local, solo que sin mucha discusión.

A esta nueva Ley le critiqué, entre otras cosas, lo referente al patrimonio de las Asociaciones. Asuntos como: ¿cuánto valía una asociación?, ¿cómo se calcula el valor de una asociación?, ¿si un grupo de directivos y asambleístas venden una asociación fundada muchos años atrás por otras generaciones, a quién le corresponde el dinero? ¿Qué fin tendría ese dinero? Todos estos cuestionamientos eran parte de las dudas que la Ley no esclarecía y que, todavía hoy en día, no responde. Estos vacios facilitaron que algunas personas, se convirtieran en los nuevos propietarios de franquicias de equipos de fútbol muy fácilmente.

Bajo la excusa de que determinado equipo estaba en quiebra, algunos vivillos abrieron sus fauces devoradoras y lo engulleron con la lamentable complacencia de sus aficionados. Esta excusa se emplea todavía, por ahí anda un empresario-dirigente salvando “tugurios”, a decir de él, con la consigna “salvadora” para convertirlos en modernas instalaciones deportivas al servicio del desarrollo comunal y deportivo, esos sí, siempre y cuando estos estén en capacidad de pagar mucho dinero por jugar un partido de fútbol en esos estadios, que dicho sea de paso, fueron cedidos por “astutos” empresarios - políticos locales. Muy parecido a escala nacional con nuestros recursos nacionales.

Retomando la historia del curso, algunos de los participantes sugerimos un tema que nos pareció muy interesante en esos días, pero con una enorme vigencia actual, y pusimos un ejemplo:

¿Qué pasaba con dos equipos de distintos países, de una misma confederación que por esas cosas de fútbol llegaran a una final de clubes, si estos equipos tenían un mismo dueño?

¿Por cuál equipo apostaría el dueño?

¿Intervendría el dueño para favorecer a uno u otro equipo, en razón de sus intereses económicos: patrocinios, derechos de radio y televisión, cantidad de afiliados al club, posible colocación y venta de jugadores en el mercado, etc.?

¿Intervendrían los medios televisivos, presionando por uno u otro, pesaría el ranking en el resultado de esta final, o no?

Preguntas como las anteriores y muchas más se formularon en la actividad. El conferencista no respondió todas las preguntas que eran del tamaño de la catedral, pero sí recuerdo que comentó que a la FIFA le preocupaba y que posiblemente, tomaba medidas para que una persona no fuera propietaria de dos equipos en la misma confederación. Por supuesto que en 1999, no existía el mundial de clubes, no se hiso nada al respecto y ahora un dueño podría ver en la final a dos de sus clubes.

En aquel entonces la preocupación estaba relacionada con la posibilidad del suceso en una confederación, no se visualizó la verdadera dimensión del problema surgido a raíz de esta Ley, que entraba a funcionar en Costa Rica.

Arribó a Costa Rica, un empresario mejicano, precedido de la alfombra roja de carne y hueso de costarricenses, que no les bastó con recibir a tan ilustrísimo ciudadano venido de las tierras malinches, con aleluyas, regocijos y oraciones a favor del enviado salvador de todos los males habidos y por haber, sino que obsequiando nuestras riquezas por espejos, parangoniando al viejo visitante de sus tierras arrasadas por la codicia, Hernán Cortez. Y aquí vinieron con su séquito salvador, de perfecta armonía y equilibrio entre la inversión y el resultado esperado. Y los habitantes de este pequeño país nos quedamos obnubilados una vez más ante la ostentación, la extravagancia, la perfección, la inversión y los campeonatos logrados por el equipo color caimito.

La marca, sí la marca que nadie la había visto, ahora si, salió un güey, que vio lo obvio y la marca explotó en otras baratijas: calzones para mujeres de todas las edades, calzoncillos, corbatas, helados, etc., lo único que no traían eran medias, pero eso era porque la costumbre del guey era de traje sin medias, un casi Gabo del Oscar, solo que este lo era de las bebidas y alimentos de diseño, no de las letras. Y para seguir sumando, llegamos a ver a los más curtidos dirigentes, cambiar sus chorizos, pellejo de chancho, y demás bocas de cantina, por alimentos sanos de corte sintético, con botellita en mano y la lista de los mejores remedios y alimentos a precio de clase alta, pero para aficionados de capacidad sol.

La quinta columna había estado por años en esta tierra de labriegos sencillos. En una ocasión de las tantas habidas, el alacrán ponzoñoso tuvo que salir huyendo porque unos maiceros no entendieron los signos de los tiempos y no aceptaron una asamblea a deshoras y terminaron echándolo, al igual sucedió en un pequeño equipo capitalino, de esos de barrios crecidos en luchas épicas para lograr ascender a la primera división, lo echaron por triquiñuelo, mentiroso y embustero. Aunque algunos lo veían como un salvador, este primer quinto columnista, estaba preparando el zarpazo, y lo hizo. Fue aplaudido y vitoreado: cambió al club más importante de este país por baratijas, y resultado de esa operación, surgió una categoría de seres vivientes y un concepto nuevo para el diccionario de costarriqueñismos, los “chupa al sin medias”, en lugar del viejo concepto de los chupamedias.

Como todos sabemos “al que a hierro mata, a hierro muere”, este experto del negocio salió por la puerta trasera. A la larga por su raíces malincheñas no fue sacrificado en público, y por ahí deambula con un folder lleno de negocios fallidos y que algún que otro ciudadano cree inocentemente.

Llegó la moda de la corporación futbolera. Como antecedente ridículo, a un equipo tradicional lo mandaron a la tercera división por incumplir las más básicas normas del proceso administrativo federativo, en medio de un convenio de estos y con un salvador de esos. Al pobre conciudadano lo miran, escuchando cantos de sirena en playas del puerto.

Se fueron adquiriendo franquicias y creando asociaciones deportivas anónimas. Pero una Ley mal hecha, genera todo lo demás mal hecho.

Entonces un equipo de los tradicionales, que no es campeón por una maldición por haber proferido deshonra a la Virgen, se cambio a la figura privada para evadir sus responsabilidades históricas con la seguridad social; un entrenador españolete quiso hacerse de un equipo en el pacífico sur en una asamblea a las doce de la noche y salió trasquilado; un empresario guatemalteco compró una franquicia de una barrio herediano y a los días salió huyendo a sitio desconocido por sus tortas en los negocios inmobiliarios, no sin antes haber recibido loas y bendiciones de la clase política deportiva y de todos los medios de cantina, a pesar de su pinta marera. Otros casos más se han dado en esta onda espectacular por lograr la eficiencia y realizar buenos negocios por medio del deporte.

En medio de esta vorágine llegan al equipo capitalino los conquistadores conquistados, con su desarrollo empresarial deportivo y demás cosas. Recibido el nuevo dueño por presidente, legisladores, alcalde de gobierno local y otros ilustres desconocidos y conocidos, aspirantes a la nueva categoría del diccionario, a fin de garantizarle la seguridad de la inversión estratégica y servir pleitesías y con apetito de convertirse por obra de magia en socios y acólitos de nuevos negocios. Todos salieron victoriosos con sendas lista de los productos de la nueva vida, con marca de transnacional de la vida sana y son parte de una nueva pirámide de negocios.

Con el paso del tiempo se adquirieron otras franquicias y el equipo capitalino no está solo en la jugada privada, hay otros actores igualmente poderosos, por lo menos a nivel local, en donde se mueven como pez en el agua, y esto queda claro cuando se monta una estratagema desde el seno de la federación misma a fin de permitir la participación de jugadores sancionados por acumulación de tarjetas amarillas de uno de los equipos participantes, en la semifinal del último campeonato jugado, a la sazón será el campeón nacional. Es decir la artimaña logra sus objetivos. FOR THE GOOD OF THE GAME o POR EL BIEN DEL JUEGO, tiene sus días contados en este país.

La estructura administrativa montada en el equipo capitalino, como es de suponer, incluye en los puestos de confianza, solo a hijos aztecas. Pasan los años y se llega al momento de verdad, cuando se juega la posibilidad de asistir a un campeonato mundial de fútbol y se tienen que enfrentar en esta tierra, las selecciones de Méjico y de Costa Rica. Perdimos, en lo que pareciera un juego desastroso desde el punto de vista futbolístico.

Sin embargo es necesario recapitular elementos extra futbolísticos: 1- el Estadio Saprissa, era casa para ese evento deportivo, 2- la estructura administrativa del Deportivo Saprissa, si bien es cierto está conformada actualmente por costarricense estos son empleados del propietario que es mejicano, 3- se le brindaron facilidades a la selección mejicana, que normalmente no se brindan, 4- la supo, supuestamente, que el entrenamiento del equipo costarricense, a puerta cerrada antés del partido, en el Estadio Saprissa, fue filmado por la administración de Saprissa, 5- el entrenador mejicano Agüirre, en conferencia de prensa fue suficientemente amplio en afirmar todo el paquete de información recibida por el ex Gerente del Saprissa y que ahora es Gerente de la Federación Mejicana de Fútbol, en relación al estadio y sus características, y 6- un polémico jugador del Deportivo Saprissa, muy importante en el engranaje de la selección, no jugó, a pesar de haber sido convocado, debido a una “lesión”, seriamente cuestionada durante y después.

¿Habrá jugado en este partido la relación corporativa del dueño del equipo costarricense, que es mejicano, dueño de uno de los equipos más importantes de Méjico y principal manejador de la estructura federativa de ese país?

¿Habrán sido inducidos los costarricenses de la planilla saprisista, a realizar actos favorecedores al seleccionado mejicano?

¿Está la FEDEFUTBOL preparada para analizar estratégicamente esta amenaza real al desarrollo del fútbol nacional?

Estamos a las puertas de un cambio muy importante para la sociedad costarricense, cambio al que no se le ha puesto la atención debida.

La privatización del fútbol, no solo en la compra de franquicias, sino que también en cierre de canchas a favor de empresa y en las que los niños y jóvenes tienen que pagar para jugar, cuando hace pocos años eso era gratuito; la des planificación urbana, que ha acabado con plazas y espacios públicos, de donde salieron cientos de jugadores que alimentaron a todos los equipos nacionales; la inseguridad ciudadana que no permite que los padres estén tranquilos mientras sus hijos se encuentran en la calle o que no permite que sencillamente salgan de casa; la falta de políticas recreativas y deportivas de gobierno, acordes a este tiempo y hasta los costos de la indumentaria deportiva, han erosionado enormemente la capacidad social en el deporte y la recreación.

Reproducir deportistas, es un verdadero desafío y se está convirtiendo en exclusivo para una sola élite, la que puede paga y no la de la persona más apta para la competencia.

Pero, por encima de todo está la penosa situación de de nuestros niños y jóvenes que no tienen oportunidad de desarrollo en el deporte y de la aspiración de miles de ciudadanos que guardan sus esperanzas de alegría mediante la participación de la selección nacional en torneos de orden mundial.

Estos aspectos son lo que deberían motivar una discusión sobre la política deportiva y recreativa, que un país como Costa Rica debería fomentar.


Roberto Zeledón Arias
Goicoechea, setiembre de 2009.


1 comentario:

  1. Suelo crer que cosas como está no sólo se dan en el ambito futbilistico, habria que ver tambien en la sociedad y los consumos y la pobreza y la impotencia de no saber hacia donde resolver. Recien vi una nota en "la nación acerca de una profesora que reflexionaba acerca de la paga a profesores de centros privados. Muy buena reflexion.

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